January 19, 2009

EFÍMERO

"Tus ojos que antaño nunca se cansaron de los míos,

Se inclinan con pesar bajo tus párpados oscilantes,

Porque nuestro amor declina."

Y responde ella:

"Aunque nuestro amor se desvanezca, permanezcamos

Junto al borde solitario del lago una vez más,

Juntos en esta amable hora

Cuando la Pasión, pobre criatura cansada, cae dormida.

¡Qué lejos parecen las estrellas, y qué lejos

Nuestro primer beso, y ah, qué viejo mi corazón".

Pensativos pasean junto a las marchitas hojas,

Mientras él lentamente, con su mano sosteniendo la de ella, replica:

" La Pasión ha consumido con frecuencia nuestros errantes corazones".

Los bosques los rodeaban, y las amarillentas hojas

Caían en la penumbra como desvaídos meteoros, y entonces

Un conejo viejo y cojo renqueó camino abajo;

Sobre él, el otoño: y ahora se detienen

A la orilla del solitario lago una vez más:

Volviéndose, vio que ella había arrojado las hojas muertas,

Húmedas como sus ojos y en silencio recogidas

Sobre su pecho y su pelo.

"Ah, no te lamentes", dijo él,

"Que estamos cansados, pues otros amores nos esperan;

Odiemos y amemos a través del tiempo imperturbable,

Frente a nosotros yace la eternidad; nuestras almas

Son amor, y un continuo adiós."

W.B. Yeats

1 comment:

MININO said...

me transportaste de verdad!

muy lindo