Durante milenios, hemos tratado de hacer la vida más confortable y segura. Y ahora, cuando ya hemos cubierto estos objetivos, necesitamos recuperar la capacidad de emocionarnos con las cosas más primarias o triviales.
El desorden aparente, la mezcla, e incluso el azar, empiezan a tener un sentido en nuestra vida, del mismo modo que la autenticidad y las emociones vuelven a estar en primer plano.
Con el impacto de la globalización, hoy más que nunca necesitamos ser nosotros mismos, tener nuestro propio entorno y llenar nuestra existencia con sensaciones satisfactorias.
Hace tan sólo diez años, la gente más cool preguntaba: "?Tú trabajas o Diseñas?" Hoy, esa misma gente pregunta: "?Tú trabajas o te emocionas?" Y es que en definitiva, lo que de verdad cuenta es la felicidad... O,no?
Tomado de un libro de diseño, no recuerdo cual, lo que sé... es que vi la hoja tirada y no dudé en reproducirlo aqui. No quiero perderlo.
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