Es curioso ver como la vida de repente gira cambiando el curso de nuestra existencia. Por instantes ella borra el paisaje de nuestro horizonte y lo reemplaza por otro sin pedirnos permiso, sin que podamos hacer nada. Caminando por aquel lugar en el que un día te invité a bailar, los recuerdos se agolparon en mi mente y ahora siento que el silencio lacera mi alma, ya no salgo a la calle, por eso es que no te encuentro. Esos dias en que aparecias de la nada y mi corazón palpitaba y mi respiración se aceleraba me hacen mucha falta.