Podremos besarnos, pero sin que eso sea la razón única de nuestra unión. Podremos abrazarnos sin que siquiera intentemos manosearnos.¡Seríamos amigos de verdad, con la más franca alianza que pueda hacernos olvidar nuestros mundos individuales para fortalecernos en la unión! ¡Estaríamos de acuerdo en que nos queremos, no para dar espectáculos y divulgar nuestro amor, sino para ayudarnos a mejorar cada día y a luchar por un futuro, tomados de la mano y no soltarnos nunca! Èsa es la disyuntiva...